Inflación en España

Vamos a hablar de qué es la inflación en España y de las consecuencias para una familia española. Para comprender como afecta la inflación en la economía y consecuentemente en nuestro día a día, nos será de ayuda entender qué es la inflación y qué factores la generan.

Es probable que hace unos años un individuo llenase el depósito de su coche con 35 euros, y que actualmente esos mismos 35 euros no le den para tal hazaña. Pues bien, eso es la inflación.  Se le define como el crecimiento generalizado de los precios y servicios de una economía.

El indicador que se utiliza con más frecuencia del índice general de precios es el Índice de Precios al Consumo (IPC) que mide el coste de una cesta fija de bienes generalmente adquiridos por el consumidor medio. Las variaciones de este nivel de precios se conocen como Tasa de Inflación y refleja el crecimiento o descenso del nivel de precios de un año respecto a otro.

Tasa de Inflación en España

Tasa de inflación = (IPC 2015-IPC 20014) / (IPC 2014) X 100

Para simplificar podemos decir que la inflación puede producirse por dos motivos. Por un lado por  un desajuste entre la oferta y la demanda, de manera que para adquirir un mismo producto hay más compradores dispuestos a pagar por él de manera que el precio de dicho producto sube. Esto puede deberse a una reducción de la producción de dicho producto o sencillamente a un aumento del dinero en circulación, debido a aumentos salariales o a inyecciones del Banco Central y demás políticas fiscales. Por otro lado la inflación puede estar causada por un aumento de los costes de producción de dichos productos, motivado por un aumento del  precio de las materias primas.

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Llegados a este punto podemos afirmar que todas las economías familiares de un país se ven afectadas por las variaciones en la tasa de inflación. Es por ello que la estabilidad en el nivel de precios es uno de los objetivos primordiales en la Macroeconomía de un país.

Recordar que la inflación no es igual en cada uno de los países debido a diversos factores como: el pensamiento y forma de actuar de la sociedad, la solvencia del estado, las políticas restrictivas en la economía, etc… terminos que se quedan algo grandes para tratar en este blog de créditos pero que puedes analizar más en profundidad en medios como noticiasve.com u otros de los que nosotros nos mantenemos informados en materia económica y actualidad.

Pero veamos cómo afecta la inflación en las familias en la práctica y que costes tiene para el individuo, más allá de que su cesta de la compra se vea mermada.

Los efectos de la inflación variarán dependiendo de si es una inflación esperada o no esperada.

-Inflación esperada.

Cuando la inflación es esperada y las instituciones se han adaptado para compensar sus efectos, los costes serían de dos tipos. Unos son los llamados costes en “suela de zapatos” que podríamos explicarlos como aquellos recursos despilfarrados para poder ajustar los saldos reales deseados a la pérdida de poder adquisitivo del dinero motivada por el alza de precios. Y por otro lado tenemos otro tipo de costes que se les denomina “costes de menú”, llamados así porque son los derivados de tener que cambiar los precios con frecuencia, lo que conlleva modificar las listas de precios y en consecuencia los menús.

En cuanto a la inflación esperada y los  impuestos: Como consecuencia de la inflación se producirá un deslizamiento de los tramos impositivos al aumentar la proporción de impuestos que se paga por una cantidad dada de renta.

Este deslizamiento de los tramos no afectaría a los contribuyentes si los impuestos representasen una proporción constante de la renta nominal, de ser así, estos pagarían en impuestos la misma proporción de su renta. Pero la realidad no es tan idílica, ya que la proporción de impuestos tiende a aumentar con el nivel de renta nominal, y la inflación al elevar la renta nominal, pero no la renta real, hace que aumenten los impuestos. A esto se le conoce como el impuesto de la Inflación. Para más información visita nuestra portada en donde hablamos de los créditos asnef urgentes.

-Inflación no esperada.

Respecto a los efectos de la inflación imprevista sobre el sistema económico los podemos clasificar en dos grandes grupos: los efectos sobre la distribución de la renta y la riqueza y los efectos sobre la asignación de los recursos productivos.

Los efectos de la inflación sobre la distribución de la renta y la riqueza son los más visibles y más frecuentemente destacados, porque bastará con bajar al supermercado para ser conscientes de ellos.

La inflación perjudicará en mayor medida a aquellos individuos que reciben rentas fijas en términos nominales y, en general, a aquellos que reciben rentas que crecen menos que la inflación, es decir, que sus subidas salariales son menores que la subida del IPC. Un ejemplo típico de estos grupos suelen ser los jubilados y los pensionistas.

Es frecuente afirmar que la inflación favorece a los deudores y perjudica a los acreedores, es decir, los acreedores conciertan préstamos en términos monetarios, en el sentido de que el deudor se compromete a devolver una cantidad fija de dinero por período de tiempo. Si se paga una cantidad fija en términos monetarios en una situación inflacionista, el valor real de dicha suma decrece. Debido a que los contratos de préstamos se suelen negociar para una duración de varios años, si el acreedor no puede elevar el tipo de interés monetario, el rendimiento real de este se reducirá. Es por ello que a la hora de contratar un préstamo el consumidor debería de informarse lo mejor posible y tener en cuenta variables futuras como la inflación para beneficiarse de ello a la hora de negociar las condiciones de dicho préstamo.

En cuanto a los efectos de la inflación  en la actividad económica, es decir, en la producción y el empleo, cabe destacar sus efectos distorsionantes sobre la economía de un país, ya que se altera la estructura de precios relativos debido a que no todos los precios absolutos aumentan por igual. Todo esto se evidencia cuando adoptamos una perspectiva internacional. Aquellos países que experimentan unas mayores tasas de inflación verán que sus productos perderán competitividad, y esto incidirá negativamente sobre sus exportaciones.

Esto llevado a las familias, se traduce en un cambio en la proporción de renta que dedican al gasto o al ahorro. En periodos inflacionistas suele haber un desplazamiento desde activos financieros a activos físicos como casas, terrenos, o metales preciosos, ya que suelen mantener su valor respecto a otros bienes. El ahorro se vuelve una opción menos seductora y el miedo a que suba el precio de determinados bienes hace que aumente el consumo actual.

Si bien una inflación moderada es síntoma de un buen funcionamiento de la economía, tener una economía familiar saneada y firme es el único remedio para afrontar periodos de fuertes subidas de precios.